Los edificios corporativos, oficinas y locales comerciales suelen tener amplios ventanales para contar con luz natural durante sus jornadas laborales o exhibir su mercancía y mantenerlos impecables requiere saber cómo limpiar cristales grandes y de difícil acceso.

Sin importar cuál sea el objeto o la superficie a limpiar, si es de cristal, el objetivo es el mismo: eliminar las manchas por completo para que quede tan transparente como sea posible.

Pero cuando se trata de superficies amplias hay que reconocer la dificultad que supone acceder a ellas, sobre todo si están muy altas. En ocasiones es necesario hacer uso de andamios y herramientas especializadas que solo disponen empresas de limpieza industrial.

Contar con el apoyo de expertos para limpiar cristales grandes y de difícil acceso no solo facilita el proceso, además es garantía de obtener los mejores resultados, pues utilizan productos que la mayoría de los particulares no disponen y aplican técnicas efectivas que muchos no conocen.

¿Cómo limpiar cristales grandes y de difícil acceso?

No es lo mismo limpiar la ventana de una habitación que los cristales de un edificio completo de oficinas, aunque algunos trucos pueden ser efectivos en ambos casos, se requieren utilizar herramientas especializadas y técnicas efectivas para garantizar que queden impecables.

Los expertos en limpieza de cristales grandes y de difícil acceso disponen de implementos útiles como limpiacristales extensibles, escobillas de goma con palo telescópico o regleta, bayetas de microfibra y aspiradores especiales para este tipo de superficies, de modo que pueden cubrirlas por completo para eliminar la suciedad.

Además, aplican algunos trucos de limpieza especialmente indicados para cristales que conviene conocer:

1. Utilizar los implementos adecuados

Si sueles incluir toallas de papel entre tus implementos de limpieza para cristales y vidrios, es momento de eliminarlas.

Este material no solo deja marcas en los cristales. Además, suelta partículas y pelusas que son sumamente difíciles de quitar. En su lugar, se debe utilizar un paño de microfibra o atrapapolvo.

2. Limpiar con agua tibia

El agua tibia es mucho más efectiva al momento de retirar manchas de grasa o suciedad sobre los cristales y el procedimiento es muy sencillo.

Primero, se humedece un paño de microfibra en agua tibia mezclada con jabón. Tras escurrirlo bien, se desliza por toda la superficie haciendo énfasis en aquellos lugares donde haya manchas.

Luego, se utiliza otro paño humedecido sólo en agua para pasarlo por el cristal a fin de retirar los restos de jabón y listo, queda limpio y reluciente.

3. Toma en cuenta el clima

Aunque no lo creas, el clima de la zona donde vives influye en la limpieza de cristales, especialmente las ventanas, pues se encuentran expuestas a la contaminación.

Es fundamental que sepas esto porque los productos usualmente utilizados para limpiar vidrios deben permanecer en ellos el tiempo suficiente para capturar toda la suciedad.

Por lo tanto, es conveniente limpiar los cristales en días nublados, a fin de evitar que el sol evapore demasiado rápido estos líquidos y su aplicación sea realmente efectiva.

4. La dirección sí importa

Solemos creer que no importa el movimiento que hagamos durante la limpieza de los cristales, siempre que no dejemos ningún espacio sin tocar, pero no es así.

La gravedad influye en esto, por eso es recomendable que limpiar de arriba hacia abajo, a fin de que los residuos de productos no caigan sobre la superficie limpia.

Asimismo, es conveniente limpiar de izquierda a derecha y respetando este mismo sentido hasta cubrir toda la superficie. De lo contrario, puedes ensuciar las partes que ya hayas limpiado, aunque esa no sea tu intención.

5. Limpia ambos lados

Un truco muy útil es limpiar la cara interna del cristal con movimientos horizontales y la externa con verticales.

De esta manera podrás detectar más fácilmente dónde se encuentra cualquier marca que haya podido quedar.

6. Pule el cristal

Si a pesar de haber seguido al pie de la letra todas estas recomendaciones todavía queda alguna marca en el cristal, puedes pulirlo con un paño de microfibra seco y el resultado será impecable.

Productos efectivos para la limpieza de cristales grandes

Los trucos que hemos descrito anteriormente serán mucho más efectivos si aplicas productos adecuados para este material.

Limpiavidrios

Se consigue fácilmente en cualquier tienda donde vendan artículos de limpieza. Es una sustancia usualmente traslúcida que se aplica en forma de rocío sobre el cristal, se deja actuar unos minutos y posteriormente se retira con un paño de microfibra.

Removedor de manchas y calcificaciones

Entre las manchas más difíciles de limpiar en cristales se encuentran las calcificaciones, generalmente producidas por minerales presentes en el agua.

Para estos casos puedes usar un removedor especializado, capaz de retirar niebla salina, calcio y todo tipo de manchas.

En el mercado existen fórmulas amigables con el ambiente, que no son agresivas porque no incluyen ácidos e incluso pueden aplicarse en lugares poco ventilados sin necesidad de utilizar protección.

Agua destilada

Limpiar tus cristales con agua destilada servirá para prevenir calcificaciones y manchas difíciles, precisamente porque ya ha sido tratada y no contiene este tipo de residuos. Aunque pueda parecer trivial, en realidad se nota la diferencia.

Limón y vinagre

Si prefieres limpiar los cristales con productos naturales y caseros, te recomendamos mezclar una taza de agua destilada y caliente, con una cucharada de vinagre y dos de zumo de limón. No habrá grasa que pueda resistir a esta receta.

Bicarbonato de sodio

A falta de limón y vinagre, bueno es el bicarbonato. Este producto es sumamente efectivo para la limpieza de los cristales, basta con añadir tres cucharadas a una taza de agua caliente y frotarlo sobre las superficies para dejarlas impecables.

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